Hidroterapia del colón ¿es una terapia recomendable?


Las terapias alternativas son tan antiguas como el hombre, y los llamados remedios naturales han sido durante siglos los únicos tratamientos que el hombre conocía. No es hasta el primer tercio del siglo XX, sobre todo a raíz del descubrimiento de las penicilinas, cuando nuestra sociedad comienza un cambio en las terapias, que se “industrializan” y producen una serie de tratamientos que muchas personas consideran excesivamente “sintéticos” y poco naturales, aunque muchos de ellos parten de plantas medicinales (por ej. la aspirina, o los mismos antibióticos).

No cabe duda que estos avances, unidos a la mejora en la calidad de vida, que incluye unas mejoras en las condiciones socio-sanitarias de la población, lleva a una disminución de la mortalidad y aumento de la esperanza de vida. Estos aspectos no los habían logrado las terapias naturales previas, por lo que muchas son denostadas y se dejan de utilizar, teniendo incluso mala prensa científicamente.

Pero nuestra sociedad, ha ido evolucionando a una alimentación cada vez más refinada, que produce un bolo fecal escaso, que unido a un ritmo de vida apresurado, predispone al estreñimiento. Esta situación está cuestionando si no sería conveniente hacer un sistema sanitario mixto, en el que pudieran convivir los avances científicos, con los métodos tradicionales que han demostrado su eficacia. Por ello, cada vez más personas, incluyendo profesionales sanitarios, preconizan una vuelta a tratamientos más clásicos.

Uno de ellos es el lavado del colon mediante hidroterapia, que tiene una historia previa conocida y larga. Este método busca una limpieza controlada del colon, disminuyendo la retención de heces, y eliminando “toxinas” que pudieran absorberse del mismo.

El problema radica en que no hay estudios científicos que avalen su eficacia concreta contra enfermedad alguna, y que dado que es un proceso potencialmente peligroso en manos inexpertas (el aumento de presión excesivo dentro del colon, puede predisponerlo a su perforación, sobre todo si hay alguna lesión subyacente desconocida) unido al pudor de ciertas personas, lo ha dotado de una cierta mala prensa.

Por tanto, la falta de estos estudios científicos hacen que no podamos dar o quitar nuestro apoyo a esta técnica, aunque dado las larga historia de la misma, pensamos que en manos expertas puede representar un práctica aceptable, siempre que no se abuse de ella, y una vez realizada, será el propio paciente el que decida si realmente se siente mejor, o no.


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